Hace nueve años, yo también era esclavo de mi propia mueblería.

Trabajaba desde que abría hasta que cerraba. Los domingos. Los días festivos. Siempre con el teléfono pegado, resolviendo problemas que parecían nunca terminar.

Mi familia me veía como un extraño en mi propia casa.

Un día, mi hija me preguntó si yo vivía en la mueblería porque nunca me veía en casa.

Esa pregunta me partió el corazón.

Me di cuenta de que había construido una prisión, no un negocio.

Busqué Ayuda... Pero Nadie Entendía

Probé cursos de negocios genéricos. Contraté consultores. Implementé softwares complicados.

Nada funcionaba.

Todos hablaban de "automatización" y "sistemas", pero nadie entendía los tiempos de entrega de muebles, los márgenes ajustados, o la complejidad de manejar inventario de gran tamaño.

Entonces entendí algo crucial: necesitaba crear el sistema que hubiera cambiado mi vida desde el principio.

Un método diseñado específicamente para muebleros. Por un mueblero. Para muebleros.

Comencé organizando cada proceso. Digitalizando cada venta. Expandiendo sistemáticamente.

Hubo errores. Hubo retrocesos.

Pero poco a poco, mi mueblería comenzó a funcionar sin mí.



El día que me fui de vacaciones una semana completa y regresé con más ventas que nunca, supe que lo había logrado.

Había creado el Método ODE.

Ahora manejo tres marcas en tres países diferentes. Desde mi teléfono. Mientras disfruto con mi familia.

Y ahora quiero enseñarte exactamente cómo hacerlo.